lunes, 19 de agosto de 2013

Charla de café sobre escritores que le escribieron, a los bichos de ciudad....

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta Martín que sencillo que explicas a los escritores,creo que el sentir da mucho miedo, simplemente por que nadie quiere por llamarlo de alguna manera compromiso con nadie.
Te mando un beso Nadia de capital federal

Anónimo dijo...

El sentimiento es la parte afectiva o emotiva del ser humano, por oposición a la razón o el intelecto. Surge como resultado de una emoción que permite que el sujeto sea consciente de su estado anímico y determina cómo una persona reacciona ante distintos eventos. También repercute en la impresión que causa en el alma los elementos espirituales; pudiendo discurrir por un cauce físico o mental. Lo peor que puede hacer una persona ante un sentimiento es ocultarlo o inhibirlo, porque esto es lo mismo que fomentar un deseo irrefrenable que luego adquirirá inevitablemente la forma de frustración, la peor aliada que puede conseguir una persona en su desarrollo como tal.
Marcela Romero (Lic.psicología)

Anónimo dijo...

Si discutieran la cabeza y el corazón, acabaría por decidir el corazón. La pobre cabeza cede siempre, porque es la más prudente.
Martín me encanta lo claro que llegan tus palabras ,me encanta escucharte.

Saludos Elsa

Anónimo dijo...

Martín llego tarde al laburo y por lo general escucho el programa,con los compañeros de la oficina me encanto lo de Hunamuno.Agrego algo del por que es un autor que me gusta mucho.Contra los valores afectivos no valen razones, porque las razones no son nada más que razones, es decir, ni siquiera verdades
Te mando un Besote grande para vos y para Damián.Belu de Burzaco

Anónimo dijo...

Que riqueza de programa y que lindo clima le das Martín.Esto es de kafka y siempre que lo leo me trasmite algo."En otro tiempo habría necesitado que me animaran a cada paso. Pues me sentía aplastado por la simple existencia de tu cuerpo. Recuerdo, por ejemplo, que con frecuencia nos desnudábamos juntos en una cabina. Yo delgado, ruin, estrecho; tú fuerte, alto, ancho. Ya en la cabina me encontraba lamentable, y no sólo frente a ti, sino frente al mundo entero, pues tú eras par mí la medida de todas las cosas. Como padre eras demasiado fuerte para mí, sobre todo teniendo en cuenta que mis hermanos murieron pronto , que mis hermanas nacieron mucho más tarde y , por consiguiente, tuve que sostener yo solo un primer choque para el que era excesivamente débil. Cuando emprendía algo que te desagradaba y tú me amenazabas con un fracaso, mi respeto a tu opinión era tan grande que el fracaso era ineluctable, aún cuando no debiera producirse hasta más tarde. Perdí toda confianza en mis propios actos. Me torné vacilante , indeciso. A medida que me iba haciendo mayor , iba aumentando el material que podías oponerme como prueba de mi escasa valía".

Besos Reos Martina de san Telmo